Cuando todos están bajo el mismo techo todo el tiempo, los mundos comienzan a chocar.
Esa conferencia telefónica con tus compañeros puede ser interrumpida por un niño irritable. La sesión de educación en el hogar con tu preadolescente puede interrumpirse por una solicitud de trabajo urgente. Es mucho hacer malabares.
Pero puedes tomar algunas medidas para encontrar y mantener un equilibrio entre el trabajo y el cuidado de los niños. Estos son algunos consejos útiles.
1. Establece expectativas claras. Esto aplica tanto a tus compañeros como a tus hijos.
Muchos compañeros están enfrentando los mismos problemas que tú tienes. Es probable que te entiendan si les dices que estarás disponible para menos reuniones o que tus respuestas por correo electrónico serán menos rápidas de lo habitual. Se transparente sobre tus prioridades contrapuestas y asegúrate de que todos sepan lo que pueden esperar de ti.
Del mismo modo, se sincero con tus hijos. Pueden estar acostumbrados a tener el 100% de tu atención cuando estás en casa, por lo que tu nueva realidad actual de estar presente pero no disponible puede ser irritante para ellos. Usando un lenguaje apropiado para su edad, dile a tus hijos qué pueden esperar de ti en el corto plazo, ya sea los próximos minutos, las próximas horas o el resto del día.
2. Haz cumplir límites claros. Después de establecer expectativas, es importante imponerlas con límites.
Para el trabajo, esto puede significar que realmente no estás disponible cuando dijiste que lo estarías. El impulso de responder mensajes y resolver problemas puede ser fuerte, pero trata de dejarlo para tu tiempo de trabajo designado.
Establecer límites con los niños puede ser complicado, dependiendo de su edad. Prueba estos consejos para imponer límites con los pequeños:
- Dile a tu hijo que necesitas trabajar por un tiempo determinado. Dale la advertencia apropiada primero para que no sea demasiado abrupto
- Establece un temporizador visual para mostrarle cómo se ve la duración
- Si es necesario, quédate en la misma habitación que su hijo, pero concéntrate en tu tarea
- Si tu hijo te interrumpe, recuérdale que es hora de trabajo y dirige su atención al cronómetro
- Cuando el cronómetro termine, honra tu compromiso deteniendo el trabajo y vuelve a prestarle toda tu atención a tu hijo.
3. Asóciate con tu pareja. Si tienes un compañero de crianza en casa, esta situación puede ser aún más complicada. Si solo uno de ustedes está trabajando, toda la carga del cuidado de los niños recae sobre el otro integrante de la pareja, lo que puede ser estresante. Y si ambos están trabajando, entonces tienen aún más prioridades que compaginar.
Para encontrar un equilibrio, necesitarán una comunicación sólida. Es posible que los horarios diarios o semanales deban alinearse y luego reelaborarse sobre la marcha. Es probable que sea estresante, pero con compasión, paciencia y trabajo en equipo, pueden encontrar una solución que funcione para todos.
4. Adopta un horario flexible. Es posible que estés acostumbrado a ordenar las horas de trabajo en una franja horaria. Pero lo más probable es que las cosas no estén tan regimentadas y claras con una casa llena de gente y varias prioridades contrapuestas.
Intenta ver tu jornada laboral de manera diferente, tal vez dividiendo tus horas en sesiones de trabajo matutinas, vespertinas y nocturnas. Es posible que te resulte más fácil concentrarte por la noche después de que los niños se hayan acostado o por la mañana antes de que se despierten. Es posible que necesites un período de prueba y error antes de determinar qué es lo correcto para tus circunstancias específicas.
5. Crear un plan para los niños. Esto puede parecer unas vacaciones en casa para los niños, pero la Organización Mundial de la Salud afirma que aún así es importante establecer y mantener una rutina.
Apégate a horarios constantes para acostarse y despertarse, y trata de mantener una estructura para los horarios de aprendizaje, de juego, de comida, etc. Esto puede ayudar a los niños a sentirse más seguros, y también puede ayudarte a programar tus horas de trabajo durante los momentos en que sabes que estarán ocupados.
6. Incluye el tiempo familiar en el calendario. Cuando crees un plan, no olvides dedicar un tiempo dedicado a la familia.
Comprométete a estar completamente presente durante este tiempo para que realmente puedas conectarte. Si tienes un calendario laboral, puedes bloquear este horario o agregarlo a tu agenda como reunión.
7. Limita las interacciones sociales de los niños. Puede ser tentador dejar que los niños se reúnan con amigos para mantenerlos ocupados, y ellos mismos pueden estar reclamando esto. Pero es importante cumplir un distanciamiento social responsable durante este tiempo.
Reducir el contacto es clave para frenar la propagación del coronavirus, por lo que las interacciones sociales en persona deberían ser limitadas, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Intenta métodos alternativos de socialización, como chats telefónicos o de video, o incluso cartas o tarjetas anticuadas.
8. Involucra a los niños en lugar de solo ocuparlos. Ya sea que tus hijos aprendan en línea en la escuela o no, es importante mantener sus cerebros afilados durante la cuarentena. Una forma de mantener la atención de los niños durante más tiempo es involucrar verdaderamente su curiosidad intelectual en lugar de solo asignarles tareas para ocupar su tiempo.
Intenta dejar que tus hijos elijan las cosas que quieren hacer. Pregúntales qué les interesa y luego establece proyectos de aprendizaje que los ayuden a explorar un tema de interés en profundidad. Fomenta el juego independiente además del tiempo de aprendizaje estructurado.
Esto les dará un propósito a los niños y al mismo tiempo les dará tiempo para concentrarse en el trabajo.
9. Date un respiro. Estás lidiando con mucho, así que no sean tan duro. No serás perfecto ni en el trabajo ni cuidando a los niños cuando tu atención esté inevitablemente dividida.
Asegúrate de tomarte un tiempo para que puedas controlar tu propio estrés y desarrollar tu capacidad para ayudar a tus hijos. Tómate descansos. Haz actividades saludables que disfrutes. Intenta rezar, estirarte o reflexionar.
Busca ayuda si la necesitas. Hablar con un profesional de salud mental puede ayudarte a superar los sentimientos de ansiedad y adquirir habilidades de afrontamiento. Muchos proveedores de seguros están eliminando sus restricciones sobre la teleterapia durante la crisis del COVID-19, por lo que es posible que puedas obtener una cita para una sesión por video.
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